¿Por qué la nada y no el ser?
dimecres, 13 de setembre del 2023
2º de CIENCIAS
2º DE BACHILLER de humanas
dimarts, 12 de setembre del 2023
divendres, 4 de novembre del 2022
–¿Y qué? Cuando se acordara de su anterior habitación y de la ciencia de allí y de sus antiguos compañeros de cárcel, ¿no crees que se consideraría feliz por haber cambiado y que les compadecería a ellos?
–Efectivamente. –
Y, si hubiese habido entre ellos algunos honores o alabanzas o recompensas que concedieran los unos a aquellos otros que, por discernir con mayor penetración las sombras que pasaban y acordarse mejor de cuáles de entre ellas eran las que solían pasar delante o detrás o junto con otras, fuesen más capaces que nadie de profetizar, basados en ello, lo que iba a suceder, ¿crees que sentiría aquél nostalgia de estas cosas o que envidiaría a quienes gozaran de honores y poderes entre aquéllos, o bien que le ocurriría lo de Homero, es decir, que preferiría decididamente «ser siervo en el campo de cualquier labrador sin caudal » o sufrir cualquier otro destino antes que vivir en aquel mundo de lo opinable?
–Eso es lo que creo yo –dijo–: que preferiría cualquier otro destino antes que aquella vida.
–Ahora fíjate en esto –dije–: si, vuelto el tal allá abajo, ocupase de nuevo el mismo asiento, ¿no crees que se le llenarían los ojos de tinieblas como a quien deja súbitamente la luz del sol?
–Ciertamente –dijo.
–Y, si tuviese que competir de nuevo con los que habían permanecido constantemente encadenados, opinando acerca de las sombras aquellas que, por no habérsele asentado todavía los ojos, ve con dificultad –y no sería muy corto el tiempo que necesitara para acostumbrarse–, ¿no daría que reír y no se diría de él que, por haber subido arriba, ha vuelto con los ojos estropeados, y que no vale la pena ni aun de intentar una semejante ascensión? ¿Y no matarían, si encontraban manera de echarle mano y matarle, a quien intentara desatarles y hacerles subir? –Claro que sí–dijo.
ANALICE EL ALUMNO LAS IDEAS FUNDAMENTALES DEL TEXTO, REFLEJANDO EN SU EXPOSICIÓN LA ESTRUCTURA DE LA ARGUMENTACIÓN SEGUIDA POR EL AUTOR
El fragmento pertenece a la obra clave de Platón, La República, donde se exponen los términos generales de la polis ideal. Forma parte del mito de la caverna, relato de carácter didáctico del que Sócrates hace uso para explicar a sus discípulos que la ciudad vive entre sombras, sometida a la manipulación de los sofistas. Se ubica por tanto en los primeros capítulos del Libro VII. Es importante resaltar que La República es un largo diálogo. Esto se explica por el carácter de la enseñanza mayéutica, en la cual el maestro guía al alumno para que encuentre la verdad por sí mismo. En este caso, nos encontramos la situación en la que el maestro hace ver a Glaucón a través de preguntas la situación de ignorancia de los atenienses, comparándola con una caverna.
En el momento del relato que nos encontramos en el fragmento, ya sabemos que uno de los presos se ha liberado. Superado el deslumbramiento inicial, ahora ya sabe que la verdad está fuera y que la vida en la caverna es pura falsedad. En otras palabras, el fragmento plantea la obligación del filósofo, una vez liberado, de liberar a su vez a sus conciudadanos del yugo de la ignorancia.
En el primer párrafo, Sócrates pregunta a Glaucón si cree que, una vez en el exterior, el liberado sentirá lástima de sus antiguos compañeros. Esto significa que los jóvenes que pasan por la Academia y se ilustran en el conocimiento supremo, empiezan a pensar en la vida en el ágora, dominada por los sofistas, como en un penoso juego de sombras, mejor, de opiniones.
En el segundo profundiza en la cuestión al recordar a Glaucón que en la caverna existe el éxito. Al explicar que habría prisioneros que obtuvieran honores por su capacidad para profetizar el paso de sombras, Sócrates está en realidad criticando la celebridad de los sofistas, fruto de la debilidad del pueblo. Desvelada la ridiculez de ese mundo de lisonjas y falsas glorias, Sócrates insiste en interrogar a su discípulo: “¿… envidiaría a quienes gozaran de tales honores?” En ese momento recurre a la autoridad del más grande de los literatos griegos, Homero. Compara el rechazo al regreso al mundo de las sombras con el que Aquiles experimenta por el de los muertos, en el cual se halla. Declarando como “mundo de lo opinable” al creado por los titiriteros, Platón declara su verdadera intención filosófica: la Atenas dominada por los sofistas es el reinado de la doxa.
Hay un párrafo breve a continuación en el cual, siempre contando con la complacencia de Glaucón, Sócrates plantea la dificultad del que regresa, el cual sufrirá un proceso de deslumbramiento similar al que experimentó al abandonar la caverna y toparse con el sol, solo que ahora le ocurrirá en la dirección contraria. El proceso termina de explicarse en su última intervención. El antiguo cautivo, ahora retornado, es objeto de burla por sus compañeros, los cuales empiezan considerándole loco y, finalmente, le asesinan. Es evidente que Platón aquí está estableciendo una analogía con el caso de Sócrates, que fue condenado a muerte por la Asamblea. Sócrates es el preso que, tras liberarse de las cadenas de la doxa y la tiranía de los sofistas, decide regresar al ágora para, desde la verdadera filosofía, denunciar la mentira en la que sus conciudadanos viven.
divendres, 30 d’octubre del 2020
dilluns, 26 d’octubre del 2020
PLATÓN. LA IDEA DE BIEN
La idea de Bien o,
como lo dice en "La República", lo Bueno en sí, es la cima del
sistema filosófico de Platón.
Siguiendo la teoría
de la Mímesis, podríamos decir que todos los seres, los sensibles y los
inteligibles, imitan esa idea. Así, el alfarero intenta hacer
"buenas" vasijas, el profesor intenta dar buenas clases de filosofía,
el geómetra intenta dibujar el triángulo perfecto... el problema es que la
realidad material solo puede aproximarse a la perfección de la idea, que es por
definición inmaterial. El Bien alcanza así el máximo de idealidad, abstracción
y verdad, de ahí que su luz otorgue sentido al conjunto de la realidad del
universo.
Es importante no
confundir este concepto con la divinidad propia de las religiones monoteístas,
que por cierto no llegan a Europa hasta muchos siglos después de la
civilización griega, cuyo contexto espiritual es politeísta. Es cierto que
algunos teólogos de la Edad Media, admiradores de la brillantez filosófica de
Platón y Aristóteles, llegaron a identificar la suprema perfección de la Idea
de Bien con Dios. Pero esta asociación es muy forzada. El Bien platónico es una
realidad suprema pero intelectual. El Bien es, como el sol en el mundo
sensible, "padre" o responsable de las cosas del universo,
pero no en
el sentido del creacionismo propio de las culturas mosaicas, es decir, el
judaísmo o el cristianismo. Dios o Yahvé, como después Alá, exigen obediencia y
amor, el Bien platónico reclama el esfuerzo del conocimiento.
La lógica de los antiguos griegos es, pues,
radicalmente diferente de la medieval, aunque es cierto que la división
drástica entre un mundo espiritual y superior y otro sensible, efímero e
inferior puede propiciar el paralelismo. Pero, ¿qué es el Bien? En primer lugar
el Bien supone el nivel máximo de realidad, su estatus ontológico es supremo.
De igual manera que las cosas materiales imitan a las ideas, las ideas imitan
la idea de Bien. Si las ideas son perfectas es porque imitan al Bien; de igual
manera, lo que un objeto físico tenga de bueno se debe a que, imitando a las
ideas, imita también en última instancia a la idea de Bien. Esta cumbre
ontológica o de realidad que define al Bien se corresponde con la
epistemológica: conocemos las demás ideas y, por tanto, entendemos la totalidad
del universo cuando conocemos el Bien, al cual no se puede acceder a través de
los sentidos o de la doxa, sino de la ciencia filosófica suprema, la
dialéctica.
El Bien tiene
además una especial relevancia ética. Si quiero encauzar adecuadamente mi vida
debo conocerlo, de lo contrario viviré desorientado o, lo que es peor,
manipulado por los sofistas. A través de la rectitud moral mi alma alcanzará la
sabiduría que necesito para ir por la vida distinguiendo lo bueno y lo malo.
Esta lógica se aplica igualmente al político, que necesita aprender dialéctica
para distinguir entre el gobierno justo y el injusto, lo cual le permitirá
decidir siempre aquello que sea mejor para el conjunto de la polis. Solo desde
esa idea de virtud es posible llegar a la verdadera felicidad. A modo de
conclusión, podemos decir que el Bien fundamenta la mímesis que atraviesa la
Teoría de las Ideas. Él es el horizonte, la luz final hacia la que tienden
todas las cosas. Tanto la región visible como la inteligible apuntan a él. Por
eso explica Platón que en la escalera mayéutica, desde la que se asciende en la
Academia hasta el conocimiento filosófico o dialéctico, el Bien es el verdadero
objetivo, pues nos permite vislumbrar la totalidad de lo real. Esa perfección
del Bien solo puede alcanzarse de forma imperfecta en el mundo sensible.
dimarts, 7 d’abril del 2020
4º DE ESO, NUEVO APARTADO DE ÉTICAS APLICADAS
Dejamos atrás la cuestión de la bioética y los problemas que se le asocian, como el aborto, la clonación y, ¿por qué no?, algunos que podríamos extraer del episodio actual del coronavirus.
Cambiamos de tema. Vivimos en una sociedad capitalista. La libre iniciativa económica, es decir, lo que denominamos el mundo de la empresa, tiene un papel fundamental en la riqueza y la prosperidad de sociedades como la nuestra. Ahora bien, solemos pensar que donde hay negocios e interés de ganar dinero, la ética no tiene nada que decir, como si el ámbito de los principios y las virtudes y el del dinero fueran como el agua y el aceite. Claro que si esto es así, ¿por qué entonces nos indignamos tanto los ciudadanos cuando hay casos de corrupción en los que, además de políticos, hay implicados grandes empresarios? Lo que tendríamos que preguntarnos es si la expectativa -muy razonable- de obtener ganancias, justifica cualquier cosa que uno haga para conseguirlo.
Pensemos en una empresa cualquiera, sin ir más lejos una en la que nuestros familiares trabajen o incluso que hayan construido ellos mismos, por ejemplo un bar, o una firma de diseño de placas solares o, qué sé yo, una tienda de ropa. Lo que esas empresas, y no digamos las grandes multinacionales, hacen para obtener beneficios tiene consecuencias sobre nosotros, sobre el medio ambiente, sobre la economía. Debemos pensar por qué hoy en día tienen una relevancia creciente las asociaciones de consumidores, algunas de las cuales, como en España la OCU, denuncian a menudo prácticas abusivas de empresas -por ejemplo de telefonía móvil- que atacan los derechos de los ciudadanos, es decir, de todos nosotros.
Otra cuestión importante: la globalización. Hay grandes firmas, como Coca Cola o Benetton, que ya eran importantes y tenían implantación planetaria en el siglo XX, antes de que estallara la globalización propiciada por internet, que es el proceso de mundialización de personas, dinero y mercancías más colosal de la historia del capitalismo. Hoy, una simple operación financiera en la Bolsa de Nueva York puede provocar pobreza y hambre en millones de personas, tan solo porque suba el precio del trigo o del arroz. Una empresa mundial como la Ford puede coger su producción de Almussafes y llevársela a Taiwan, donde los costes por salarios son mucho más bajos. Los desechos plásticos de una empresa francesa van al mar, que resulta que es de todos... Empresas de combustibles fósiles emiten gases a la atmósfera que contaminan el aire y producen un problema climático que nos perjudica a todos.... La lista sería interminable, es obvio que la globalización está produciendo problemas nuevos a nivel de todo el planeta y que debemos reactivar el debate y la reflexión ética sobre las prácticas empresariales globalizadas.
ATENCIÓN: PREGUNTAS PARA CONTESTAR DURANTE SEMANA SANTA Y PASCUA.
1. ¿Deberían las grandes empresas que operan en España pagar por lo que contaminan?
2. ¿Es útil la OCU? ¿No constituye un perjuicio para las empresas, por ejemplo para las de telefonía móvil?
3. Explica el concepto de deslocalización industrial. ¿Por qué es problemática?
4. Si el mundo se ha globalizado, ¿no deberíamos tener un gobierno planetario al que pudiéramos votar todos los terrícolas? ¿Por qué no se hace?